Investigador pionero en la atención de denuncias por el delito de robo de ganado y material metálico
Para el mes de setiembre del año de 1988 ingresó al Organismo de Investigación Judicial, un hombre quien hoy se caracteriza por el amor, entrega y dedicación con los que se desempeña día con día, hablamos de Alex Chavarría Solano, quien en la actualidad trabaja como investigador 2 en la Sección de Robos y Hurtos.Chavarría inició sus labores en el OIJ en la Sección de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios (SIORI), en la cual se mantuvo por varios meses, para luego ser nombrado en la Sección de Estupefacientes, delito que según afirmó es de sus preferidos para investigar.En el año de 1990, fue cuando empezó para este investigador un largo camino que lo llevaría a obtener varios logros que hoy le permiten sentirse satisfecho con su trabajo. En ese año ingresó a la Sección de Delitos Contra la Propiedad, misma que atendía diferentes tipos de delitos y que después se dividió y una de estas divisiones es la Sección de Robos y Hurtos, como es conocida actualmente.Tras varios años de estar en esa sección atendiendo diversos delitos, en el año 2000, le fue encomendada por parte de la Dirección General de la Institución , la labor que hasta hoy en día desempaña con ahínco, la de investigador destacado en el área de robo de ganado, y que cabe destacare él es pionero en la investigación de ese delito.Según comentó Chavarría, en el momento en que le fue encargada la investigación de este tipo de delitos, él no tenía los conocimientos al respecto sobre el tema, pero eso no fue impedimento para trabajar este tipo de casos. Empecé tocando puertas en diferentes sectores dónde se dedican a la ganadería, para así poder obtener los conocimientos necesarios y saber como se desarrolla ese ámbito, afirmó.De igual forma aseguró que tuvo que estudiar y enriquecer el conocimiento a través de diferentes materiales de apoyo como los libros, lo que le permitió identificar la problemática que enfrenta ese sector en el país.Un camino que deja huella…La labor de Chavarría en la sección antes mencionada deja huella en el OIJ, y es que gracias a su empeño y lucha constante por su trabajo, consiguió que se firmara un convenio Corte – OIJ con la Escuela de Biología de la UCR, para dar inició con las practicas de ADN en ganado, hecho que es de suma importancia debido a que por medio de dichas pruebas, se podría identificar si la carne decomisada a un particular y que en apariencia era de dudosa procedencia, pertenecía a la de un animal destazado en alguna finca.Posteriormente, tras tocar puertas, coordinar reuniones y hasta en algunos casos esperar por horas logró conseguir los fondos, por medio de otras instituciones como el Ministerio de Ciencia y ecnología (MICIT) y el Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT), para que el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), pudiera realizar las pruebas de ADN. Además de que pueda desarrollar el proyecto por medio del cual los análisis de ADN permitirán constatar si los restos encontrados en una finca son compatibles con algún producto decomisado, probar así una eventual venta ilegal y utilizar ese análisis como evidencia ante un tribunal, con base en un estudio poblacional de 750 fincas realizado por el SENASA. Según expresó, Chavarría Solano, para desempeñarse en este tipo de investigaciones se debe llevar el trabajo en la sangre, sin importar sí en el proceso, el tener que estar bajo la lluvia, llenarse de barro o bien andar día y noche en fincas ganaderas, sea un obstáculo para esclarecer un caso de robo y hurto, destace, contrabando o lavado de ganado.Sin lugar a dudas, el paso de este hombre por el OIJ, deja una huella que más allá de ser recordado por su arduo trabajo, contribuirá a que los ganaderos se sientan respaldados en la lucha contra este delito, que tanto les perjudica.Además, la labor de este hombre también se destaca por ser pionero en atención de denuncias y desarrollo de las investigaciones del delito de robo de materiales metálicos del estado. Según indicó Chavarría, tuvo que estudiar por medios como libros que solicitó a ingenieros de las instituciones afectadas, que le permitiera conocer los diferentes materiales, así como analizar el porque ese material es sustraído por las personas que se dedican a cometer ese delito.Tras sus más de veinticinco años de trabajar en el combate de la criminalidad, este investigador se jubila a finales del presente mes de octubre, y según manifestó el amor que siente por la institución nunca cambiará, y en el momento en que lo necesiten estará dispuesto a colaborar.